sábado, 28 de septiembre de 2013

lunes, 23 de septiembre de 2013

FRANGOLLO (postre canario)




El frangollo es un típico postre canario a base de harina de millo (maiz).

 Ingredientes (4 raciones): 
  Un paquete pequeño de frangollo (200 gr.).
  El doble de leche que de frangollo.
  2 huevos.
  3 cucharadas soperas de azúcar (el azúcar al gusto de cada uno).
  1 rama de canela.
  Cáscara de limón.
  1 cucharadita de canela en polvo (opcional).
  Pasas.
  Almendras molidas (en trozos pequeños).

 Hay diversas variantes de esta receta, en algunas se sustituye la leche por agua y las almendras por matalauva.

  Poner en un caldero la leche con la corteza de limón y la rama de canela, poner a fuego medio, y añadir el frangollo, los huevos batidos, el azúcar y la canela en polvo. Llevar a ebullición removiendo suavemente para que no se pegue. Cuando comience a espesar quitar la cáscara de limón y el palito de canela y añadir las pasas y las almendras molidas. Dejar un rato a fuego lento, hasta que se vuelva una crema espesa. Pasar a un recipiente y dejar reposar antes de meterlo en la nevera.
 Servir frío  (se puede acompañar de miel).
  
  
 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Montar claras a punto de nieve


 Esta ha sido sin duda una de las tareas en repotería que más quebraderos de cabeza me han dado, o bien me quedaba una espumilla en medio de un caldo amarillento o se quedaba demasiado blanda y no formaba picos. Pero a base de insistir ahora me resulta de lo más sencilla.
 Hay varios consejos muy útiles para montar claras de una forma rápida y fácil.
 Es fundamental que las claras estén a temperatura ambiente y que no contengan yema o de lo contrario tartarán muchísimo en subir. Antes de empezar añade una pizca de sal fina, los granos de sal crean una estructura que hace que las claras se fijen mejor y no se bajen.
 Necesitamos claras de huevos, azúcar y sal. Ponemos las claras en un bol amplio con la sal y con la ayuda de una varilla de repostería empezamos a batir con movimientos enérgicos y amplios en sentido horizontal. A medida que la mezcla vaya espesando y volviéndose blanca (tarda un poquito) vamos variando el sentido de la varilla, y realizamos movimientos cada vez más verticales para que las claras vayan subiendo. Cuando empiecen a volverse espumosas añadimos la mitad del azúcar y continuamos batiendo. Iremos notando como va depareciendo el líquido del fondo del bol y que las claras se ponen esponjosas, cuando ya no quede nada de líquido añadimos el resto del azúcar y seguimos batiendo hasta que se formen picos y estos se mantengan estables. Es la señal de que las claras ya están a punto de nieve.
 Al añadirlas a otras mezclas hay que hacerlo poco a poco y con movimientos suaves y envolventes para que bajen lo menos posible.
 Las claras a punto de nieve son ideales para obtener unos bizcochos mucho más esponjosos, o para hacer unos deliciosos mousses, además de muchas otras recetas.