lunes, 24 de marzo de 2014

TARTA DE LIMA Y JENGIBRE (Postre asiático)



 Cuando a uno se le antoja una tarta ya no hay forma de sacarse la idea de la cabeza, jeje, y esta vez nos dió por experimentar sabores más exóticos. El sabor de esta tarta de origen asiático es bastante peculiar y muy intenso, lo primero que notamos al probarla es la acidez de la lima, luego nos llega el ligero picante del jengibre, y por último una curiosa mezcla entre dulzor y amargor. Mil sensaciones en un solo bocado.

INGREDIENTES:

 Para la masa:
  - 250 gr. de harina.
  - 125 gr. de mantequilla en trozos.
  - 2 cucharadas soperas de azúcar glas.
  - 1 huevo ligeramente batido.

 Para el relleno:
  - 2 huevos enteros + 3 yemas.
  - 125 gr. de azúcar glas.
  - 185 ml de zumo de lima.
  - 2 cucharadas de cáscara de lima rallada.
  - 100 ml. de nata.
  - 2 cucharadas de jengibre confitado (se puede conseguir en tiendas de alimentación asiáticas o en tiendas de frutos secos).

 Para el almíbar:
  - 100 gr. de azúcar moreno (o blanquilla).
  - 90 ml. de agua.
  - Ralladura de cáscara de lima y jengibre fresco (también se puede usar confidado)

   Nota: en la receta original la tarta va recubierta con mermelada de lima y jengibre pero nosotros preferimos hacer un almíbar espeso.

 En primer lugar echamos el harina en un bol y encima la mantequilla en trozos, frotamos la mantequilla con el harina hasta formar unas migas sueltas. Vertemos sobre las migas el huevo ligeramente batido y el azúcar, mezclamos y amasamos hasta conseguir una masa compacta, si es necesario porque queda muy seca ponemos 2 o 3 cucharaditas de agua y terminamos de amasar.
 Extendemos y forramos el molde previamente engrasado, pinchamos con un tenedor la superficie y la dejamos reposando en la nevera durante 20 minutos. Seguidamente ponemos a precalentar el horno a 180ºC, pasado el tiempo de refrigerado horneamos durante 20 minutos.
 Mientras la masa se cuece, vamos preparando el relleno. Mezclamos todos los ingredientes y batimos ligeramente hasta ligarlos por completo.
 Sacamos la tartaleta del horno y echamos el relleno dentro. Hornear entre 35 y 45 minutos a 160ºC.
 Por último, preparamos el almíbar espeso; disolvemos el azúcar, con la lima y el jengibre rallado, en el agua a fuego lento, removiendo de forma lenta y continua. Cuando el azúcar se haya disulto del todo dejamos de remover y llevamos a ebullición. Retiramos del calor y dejamos templar la tarta y el almíbar, luego lo vertemos sobre la tarta y movemos de una lado a otro para recubrir totalmente la superficie.
 Se puede servir tibia acompañada con nata o fría.
 ¡Lista para sorprender a los paladares más exigentes!
 

lunes, 10 de marzo de 2014

BOCADOS DE LITERATURA

 Grandes fuentes de crema amarilla, presentaban dibujadas, sobre su superficie lisa, las iniciales de los recién casados, en arabescos caprichosos. Se había hecho venir a un pastelero de Ivetot para las tortas y dulces. Como era la primera vez que ejercía en el país, había que esmerarse, y a los postres apareció con un ingenioso ramillete que causó profunda admiración. En la base había un cuadrado de cartón azul, que figuraba un templo con pórticos, columnatas, estatuitas de estuco alrededor de los altares, y constelaciones de estrellas de papel dorado. En el segundo cuerpo se elevaba un castillejo hecho de pastel de Saboya, rodeado de pequeñas fortificaciones de naranja, almendras y pasas, y últimamente, sobre la plataforma superior, que era un prado verde, se veían rocas orillando lagos de confitura, barcos de cáscara de avellana y un amorcillo balanceándose en una cuna de chocolate, cuyos dos pilares estaban coronados por dos capullos de rosas naturales, a guisa de bolas.

 'MADAME BOVARY', Gustave Flaubert.