Llevábamos un par de meses sin hacer tartas de fondant y ya teníamos el gusanillo de ponernos con las manos en la masa. Así que, como a nadie le amarga un dulce y nunca está de más hicimos esta tarta inspirada en los famosos huevos de pascua, pero a nuestra manera, jeje, y salió esta especie de monstruíto devorador de golosinas.
Esta vez nos decidimos por un bizcocho de cacao y canela, relleno de buttercream de toffee y galletas oreo.
¡Una mezcla explosiva!
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