Cuando llegan los cumpleaños familiares me meto en la cocina y me pongo manos a la obra, jeje. Esta vez me apetecía hacer una tarta acorde con el verano, ligera y refrescante, y rebuscando encontré esta receta tan apetecible.
INGREDIENTES:
- 1 lata (250gr.) de Ermol (postre lácteo para batir). Se puede sustituir por nata.
- 3 huevos.
- 5-6 cucharadas soperas de azúcar.
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo (10 gr.) o 6 hojas.
- 1/2 sobre de gelatina de limón (40-43 gr. aprox.)
- 1/4 de litro de agua.
- 1 tubo de galletas maría.
- Dulce de leche / Leche condensada / Mantequilla (a elegir).
- La ralladura de la piel y el zumo de un limón.
- Además necesitaremos un aro grande de repostería para montar la tarta.
Primero que nada ponemos la gelatina neutra en un vaso con un poquito de agua para que se vaya hidratando, unos 5-10 min.
Empezamos moliendo las galletas hasta reducirlas a polvo y mezclamos con dulce de leche (o bien leche condensada o mantequilla) hasta obtener una masa homogénea no demasiado pegajosa. Con esta masa cubrimos la base del aro y presionamos ligeramente con una cuchara para darle consistencia a la primera capa. Reservamos en la nevera y seguimos con el siguiente paso.
Separamos las claras de las yemas y batimos estas últimas con el azúcar (reservar un poco para montar las claras) hasta que blanqueen. Añadimos la ralladura de limón.
Calentamos el zumo de limón con la gelatina neutra (ya hidratada) hasta que esta se deshaga por completo. Echámos el líquido a las yemas, poco a poco para que no se cuajen, y vamos mezclando.
Montamos el Ermol (tiene que estar bien frío) y lo mezclamos con las yemas, añadiendo y batiendo.
A continuación montamos las claras a punto de nieve con una varilla de repostería, nosotros lo hacemos a mano (escribiré una entrada en la sección de 'Trucos y consejos' explicando detalladamente como montar claras a punto de nieve). Cuando forme picos blancos y se mantenga estable, las añadimos a la mezcla anterior con mucho cuidado para que no se bajen. Ponemos una pequeña cantidad y mezclamos suavemente con movimientos envolventes y así sucesivamente.
Sacamos el molde de la nevera y vertemos el mousse de limón, volvemos a guardar en la nevera para que cuaje la segunda capa.
Vamos con la última fase de este postre. Hacemos la gelatina de limón siguiendo las instrucciones del fabricante, adaptándonos a las cantidades que necesitamos en este caso. Dejamos reposar fuera de la nevera.
Cuando el mousse haya cuajado (comprobar que esté firme y esponjoso) procedemos a echar la gelatina, usamos una cuchara sopera invertida (para que el chorro de gelatina no estropee la superficie al caer sobre el mousse) y la echamos poco a poco hasta obtener una capa de 1 cm. de espesor aproximadamente.
Volvemos a refrigerar para que solidifique la gelatina.
Para extraer el aro hervimos agua y calentamos en ella un cuchillo de hoja lisa. El metal caliente hace que el cuchillo se deslice con facilidad.
Tarta lista para disfrutar. Espero que les guste. En casa triunfó.
Seguro que esta muy rica ummmm
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